Para cuando se publique este capítulo ya la noticia del pajarito habrá sido periódico de ayer, ya que el fraude de las elecciones del 14 de abril de 2013 se habrá consumado y los esfuerzos de las Fuerzas Democráticas encabezadas por su líder Ernesto estarán orientados a que se recuenten los votos.
Comenzaremos este capítulo con un pasaje curioso de la historia de Venezuela del siglo XX.
Comenzaremos este capítulo con un pasaje curioso de la historia de Venezuela del siglo XX.
Diógenes Escalante era un brillante Diplomático y Político. El entonces Presidente de Venezuela, Isaías Medina, luego de un prolongado proceso en busca de su sucesor, postula a Diógenes, de 67 años de edad, para ser candidato para las elecciones a la presidencia de la República en 1946.
Pero con el pasar del tiempo algo extraño sucedía en la vida del reconocido diplomático. Hubo un primer evento ocurrió en la sede de su partido, el PDV (que luego se convertiría en Acción Democrática), cuando el candidato recibió una carta del líder comunista Juan Bautista Fuenmayor, en la cual le solicitaba una audiencia para respaldar a su candidatura. Al leer la carta se puso de pie, pálido, con la mirada aterrorizada y perdida y con las manos temblorosas. Uno de sus asistentes alarmado le preguntó, "¿Doctor que le ocurre?", y Escalante respondió ¡Santo Dios! Los comunistas quieren hablar conmigo, pero eso no puede ser. Truman se enteraría Y... yo sé cómo piensa Truman.
Isaías Medina, quién había postulado a Escalante, comenzó a sospechar que éste estaba enloqueciendo. El lunes 3 de septiembre de 1945 el candidato era esperado en Miraflores para un desayuno con el Presidente, el Gabinete y la dirigencia del PDV. En vista del retardo, el coronel Ulpiano Varela, Jefe del cuerpo de edecanes (hoy Casa Militar), llamó al Hotel Ávila, donde se hospedaba el diplomático. Su llamada fue atendida por Ramón J Velásquez, entonces periodista secretario, le informó que Escalante le acababa de decir que no podía asistir al desayuno porque "El Dr. Escalante me dice que le acaban de robar su ropa, que carece de camisa no tiene pañuelo para colocar en su paltó…Coronel estoy hablando totalmente en serio, Me siento tan consternado como usted".
Hay quién completa el cuento diciendo que momentos antes Diógenes había lanzado las camisas por la ventana. Una junta médica integrada por los Doctores Enrique Tejera Paris, Miguel Ruíz Rodríguez, Rafael González Rincones y Vicente Peña, diagnosticaron su discapacidad mental.
Pasado todo el revuelo del sepelio del Comandante Panelo, Nicodemo El Autobusero decide tomarse un descanso a solas, en su nuevo despacho, el que fuera de su amado Comandante. Botella de Royal Salute en mano, “el reposero del volante” y nuevo timonel de la Revolución, se recuesta en el viejo diván de cuero rojo, ubicado en uno de los lados del despacho y trago a trago comienza a meditar con cánticos de bhajan, como se lo enseñó su primer gran maestro Sathya Sai Baba.
En medio de la contemplación total, lograda a punta de scotch malt whisky, El Autobusero recibe una primera señal de los antiguos dioses hindúes. Un leve resplandor en el escritorio de su Comandante lo hace levantarse de su posición en flor de loto y se dirige hacia la luz para ver que misterio le revelarán los dioses.
Al destapar la caja encuentra un tesoro. Un polvo rosado y más fino que el talco, con aroma a fresas. El autobusero toma saborea un poco y de pronto comienza a ver pequeños destellos de luces mágicas que flotan a su alrededor como burbujas, pero que luego desaparecen.
El autobusero pone la caja en el escritorio, y luego mira hacia el estante que tiene al frente. Otro resplandor llama su atención. Se dirige a él con rapidez. Encuentra una gran bala de ametralladora, la mira por unos segundos y luego la arroja lejos. Sigue revisando y encuentra otra caja de madera labrada. Esta tiene motivos árabes.
Al destaparla encuentra otro polvo color lila y una nota escrita en pashtún que dice:
هذه حبوب
اللقاح من أجود أنواع الزهور
محافظة ولاية ننكرهار ،
وكنت في الجنة مع النبي والتبرك من قبل
الله
"Con este polen, proveniente de las más finas flores de Nanganhar, estarás en el Yanna con el Profeta y serás bendecido por Alá"
Claro está que Nicodemo no tiene ni las más peregrina idea de que puede estar diciendo en esa nota.
El cofre es un regalo hecho por el mulá Mohamed
Omar al Comandante Panelo, con motivo de su victoria en la “relegitimación de
los poderes” del año 2000.
Nicodemo saborea el nuevo polvo lila y vienen a su olfato deliciosos aromas y sonidos que jamás había escuchado. Se sirve otro trago de whisky 25 años y con el abrecartas procede a mezclar las dos sustancias en el escritorio. La emoción no se puede contener. Pronto Nicodemo va a dar el viaje que cambiará su vida para siempre.
Mezclado los dos polvos mágicos, hace una línea de unos 20 centímetros de largo por 5 milímetros de ancho. Saca de su cartera un billete de 50 dólares, lo enrolla delicadamente y aspira velozmente.
Al abrir los ojos Nicodemo es cegado por una luz potente que luego se va disipando. Es el Yanna, el paraíso. En él hay pájaros de plumas vistosas que van y vienen. Ríos de aguas transparentes, un cielo azul con dos soles. Arboles con formas surrealistas, verdes y frondosos, con frutas grandes, coloridas y olorosas. La risa y el gozo pleno lo invaden, mientras cae una llovizna de diminutas Leónidas que se desaparecen al tocar la verde y perfecta grama.
En el plano real El Autobusero yace en el suelo convulsionando de manera frenética. Sangra por la nariz y ha vomitado. También sus esfínteres han fallado. Literalmente a Nicodemo, no le queda nada por dentro. Su cuerpo está purgado internamente de toda inmundicia, aunque externamente esté bañado en ella.
Los violentos retorcijones vienen acompañados de gemidos agudos similares a los de un cerdo y bramidos de toro salvaje. Los guardias escuchan sonrientes afuera y uno de ellos comenta: “ooonñio este encontró el perico del jefe rapidito”.
Mezclado los dos polvos mágicos, hace una línea de unos 20 centímetros de largo por 5 milímetros de ancho. Saca de su cartera un billete de 50 dólares, lo enrolla delicadamente y aspira velozmente.
Al abrir los ojos Nicodemo es cegado por una luz potente que luego se va disipando. Es el Yanna, el paraíso. En él hay pájaros de plumas vistosas que van y vienen. Ríos de aguas transparentes, un cielo azul con dos soles. Arboles con formas surrealistas, verdes y frondosos, con frutas grandes, coloridas y olorosas. La risa y el gozo pleno lo invaden, mientras cae una llovizna de diminutas Leónidas que se desaparecen al tocar la verde y perfecta grama.
En el plano real El Autobusero yace en el suelo convulsionando de manera frenética. Sangra por la nariz y ha vomitado. También sus esfínteres han fallado. Literalmente a Nicodemo, no le queda nada por dentro. Su cuerpo está purgado internamente de toda inmundicia, aunque externamente esté bañado en ella.
Los violentos retorcijones vienen acompañados de gemidos agudos similares a los de un cerdo y bramidos de toro salvaje. Los guardias escuchan sonrientes afuera y uno de ellos comenta: “ooonñio este encontró el perico del jefe rapidito”.
En su periplo paradisiaco ve un hombre vestido de rojo con un gran afro montado sobre la cima de una colina. El hombre le hace señas y el Autobusero sube la colina pero se cansa. El misterioso hombre le dice en voz alta que entre en relajación y luego trate de levitar. Nicodemo recuerda con dificultad las enseñanzas de su maestro Sai Baba sobre la levitación, y de pronto, con un poco de descontrol, empieza a volar. De inmediato vuela hacia el hombre de la colina. Es su maestro Sai Baba, como él lo sospechaba apenas lo divisó.
Luego de unos minutos de adoración le pide al maestro ayuda en su nueva misión de vida. Sin pronunciar palabra alguna el Gurú le pide que eleve sus manos. Medio minuto más tarde se posa sobre ellas un perico de color rojo, un pajarito similar a un Pennant, sólo que más pequeño. Nicodemo admira al bello pajarito y de pronto este le habla en voz diminuta y burlona:
“¡Soy Yo chico, el comandante meeesjmoooo!, he venido para ayudarte, y estaré contigo noche y día para hablarte y darte consejos.”
Las lágrimas salen sin control de Nicodemo. El milagro de la transmigración de Panelo se ha dado en esa revelación. Después de todo, la compleja explicación de la rueda del Samsara es cierta. Luego comienza un largo interrogatorio donde el pajarito responde sabiamente las preguntas de su nuevo discípulo.
Nicodemo el Autobusero yace embarrado de porquería en el suelo, en el mundo físico, pregunta a su pajarito en el Yanna y recibe respuesta en el mundo real. Es Raúl, que está parado junto a él. Le dice todo lo que necesita saber, mientras prepara una gran inyectadora con adrenalina para hacerlo volver de su trance.
Raúl le clava la inyectadora en el pecho a Nicodemo y vierte su contenido directo al corazón. Un breve espasmo y el presidente encargado se estabiliza, aunque su encuentro mágico, no termina.
Al despertar Nicodemo observa a su alrededor. Esta triste, todo ha sido un sueño. Se prepara para salir a hacer campaña y mientras va mirando por la ventana, en ruta al aeropuerto, en el Rolls Roice Phantom, usado por el otrora Comandante, un movimiento a su izquierda llama su atención. Es el pájaro rojo que le dice. “Estoy contigo”.
La alegría de Nicodemo con su jefe transmigrado es tal que la mañana del 2 de abril de 2013, estalla y decide revelarle al mundo la tertulia que tuvo con este ese mismo día en una capilla de Sabaneta de Barinas:
"Lo sentí ahí como dándonos una bendición, diciéndonos: 'hoy arranca la batalla. Vayan a la victoria. Tienen nuestra bendiciones'. Así lo sentí yo desde mi alma... se comunicó con en silbidos... Se paró en una viga de madera y empezó a silbar, un silbido bonito.. y me dio tres vueltas acá arriba... Yo sentí el espíritu de él".
Ojitos lindos al escuchar semejante relato volteo la mirada y se puso la mano en la cara. Pluma blanca, burlón como siempre dijo: Este como que es familia de Diógenes Escalante jijiiiii.
Adam Panelo y las princesas Panelitas no podían creer semejante mamarracho.
Pero la peor parte se la llevaron los asesores de campaña brasileros, quienes se preguntaban unos a otros:
“Mas o que diabos você está dizendo? Seu dizendo que você o recomendou?. Vá ver o roteiro, algo está errado.”
El país y el mundo están atónitos. No pueden creer que el Comandante Panelo haya nombrado un hombre más loco que él.
A todas estas Panelo en el mar de las almas perdidas no está ni enterado de lo que pasa. Él está muy ocupado armando al ejército que lo ayudará a derrocar a Cachirulo el Venao (Mister Danger abuelo) para luego él tomar el control pleno del inframundo y expandir su proyecto socialista.
Un Malandro acabado de abatir cae en el mar de las almas perdidas y reconoce al Comandante Panelo en su barca. Este le grita, “Dejaste a un loco que habla con pájaros”. Panelo lo mira y haciendo una mueca dice: “seguro me confundió con alguien más”.
Los mítines del autobusero son aderezados con silbidos de pajarito. Hasta Winston Vasinilla hace el baile del pájaro y Jani Caguam hace diálogos onomatopéyicos con el Autobusero. Los seguidores en respeto a la memoria del difunto líder, y ante la mirada de los centinelas opresores, prefieren ausentarse antes que tener el valor de abuchear.
Un día Nicodemo entra a su despacho y busca al pajarito. Jefe, jefe, chowiii chowiii, chowiiii. Los guardias afuera oyen y hacen muecas de burla. Uno de ellos dice: “Ese perico del jefe le cayó mal a este…”
De pronto el periquito rojo aparece. -Estás allí venga acá, ¿Dónde ha estado todos estos dias?. Necesito mostrarle al mundo que usted está aquí conmigo.-
Pero la actitud del animal es un poco arisca y luego de varios intentos de tomarlo en sus manos, el perico le dice:
“Nicodemo, sé que es un error de mi parte no haberte advertido que no le dijeras a nadie de mí. Me equivoqué al asumir que serías más discreto. La gente se burla de ti. Y no te olvides de algo, los que te rodean no son tus amigos. Ellos se quieren aprovechar de tu estado de locura para destruirnos. Y te advierto algo más Nicodemo”.
De pronto el pájaro se oscrece y crece de tamaño hasta convertirse en un enorme Dragón Negro.
“Trata que tu indiscreción no nos perjudique”
Dice el "periquito" en voz ronca y fantasmal.
Nicodemo, una vez más, “sin nada por dentro” asiente.
Al siguiente día, el 11 de abril, cuando se conmemora el golpe fallido contra el Comandante Panelo. El autobusero decidió no silbar más como pajarito, por petición de sus "asesores".
La noche del 14 de abril y tras concretarse un fraude monumental que explicaremos en el próximo capítulo Nicodemo es nombrado ganador de las elecciones, más no presidente. En su discurso como mandatario electo Nicodemo acepta abrir y contar todas las papeletas. Pero una vez más el “pajarito” aparece para amenazarle.
“¿Nicodemo, como se te ocurre querer contar esas papeletas? Los resultados son obra de POTEMKIN la supercomputadora del CNE y de Tibisí. Así que hazte el loco, no te imaginas lo que soy capaz de hacerte si perdemos el poder por tu culpa”.
Lo que comenzó como una “experiencia religiosa” ahora es una pesada carga sobre los hombros de un hombre que jamás estuvo ni estará preparado para regir el destino de una nación.
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