sábado, 27 de abril de 2013

CAPITULO 1.3: ROMEO Y JULIEIDA












Me llamo Romeo Martín Gómez Esposto. Mi Papá es Tulio Gómez y mi Mamá es Paola Esposto.
Mi abuelo se llama Grazziano (Nono) y mi Abuela Bianca (Nona). Ellos dicen que el día que nací fue el día más feliz de la casa.
Un día cuando tenía un año había mucho ruido y gritos en la calle. Había truenos y olores feos. Gente llorando y gritando. Mamá, Papá y los abuelitos estaban angustiados. Todos decían la palabra saqueo. No sabía que significaba. Solo recuerdo que un olor feo me hacia picar los ojos y Papá me ponía un trapo con agua en la boquita.

Pedro es mi primo y uno de mis mejores amigos, Lucas es mi vecino del frente y Jorge es también mi amigo, vive en el otro edificio. Vamos todos juntos a clases de Natación. También voy a clases de música. Un día seré un gran director de orquesta o astronauta.

 
Tenía cuatro años cuando un tipo trató de meter un tanque de guerra así grandoooote contra el palacio del presidente que llamaban El Gocho. Y el tanque disparaba rayos laser. TUFFFF TUFFFF wao todos estaban asustados menos yo porque ¡tenía mi Robotech que se transforma en avión! Antes de la navidad ocurrió lo mismo pero con aviones y el mismo señor de los tanques aparecía en la tele. ¡Y vi los aviones disparar que finooo!


 
¿Qué tal?, el tipo de la tele, los tanques y los aviones ganó las elecciones. Mamá, Papá, mis Tíos u mis Abuelitos están muy angustiados. Dicen que está loco y hablan de una cosa que llaman el Comunismo. Ojalá no pase nada malo.
¡Qué ladilla me dio dengue! Me sentía muy mal. Papá me fue a buscar al liceo. La madre superiora me atendió hasta que Papá llegó a buscarme. El médico le dijo a Papá que guardara reposo y tomara líquidos y sopas que yo sabía iban a saber horroroso. Nos fuimos en su camioneta blazer verde a la farmacia.










 
No podía caminar de lo mal que me sentía, me quedé en la camioneta, en la acera frente a la farmacia. Papá salió de comprar las medicinas y de pronto se acercó una moto con dos tipos. Uno de ellos se bajó de la moto y sacó una pistola, y amenazó a Papá. Papá le dio la cartera, el anillo de bodas y su celular.

Recuerdo cuando el ladrón le dijo a Papá: “Tu si tienes para comprar medicinas ¿verdad?”. Y luego de dos groserías se oyó un trueno. Yo todavía estoy tiritando de la fiebre. Mamá me abriga con una manta y me protege con su paraguas de la lluvia. Mientras Papá desciende a su destino final. Todos lloran y el padre de la escuela recita el salmo 23.
Las últimas palabras de mi Papá fueron “vuelve a la camioneta, no dejes a tu mamá sola”.
El padre decía “El Señor es mi pastor, nada me falta…”. Pero desde esa tarde de 2000 me falta mi Papá, y así  empezaron a faltar personas en mi vida.
Pensé que Pedro, Lucas y Jorge seríamos los cuatro fantásticos para siempre. Pero Tía Gaby decidió marcharse a los Estados Unidos y aprovechar que Pedro aún puede entrar en la secundaria por allá. Ya me falta un mejor amigo. Desde que el Comandante Panelo es presidente todos los días hay problemas y el tipo cada día es más violento. Tía Gaby dice que los abuelos de su esposo huyeron de Alemania cuando Hitler comenzó a maldecir a los judíos. Ella y su familia no van a esperar a que comiencen a matar gente, van a hacer una nueva vida fuera del país.
El 7 de abril de 2002 mamá se quedó sin trabajo. No quiero maldecir a nadie porque una vez lo hice y el Nono Grazziano me dio por la boca y me dijo que esa era una palabra fea y no debía pronunciarse nunca. Pero odio al tipo del pito. Su gente me quitó a mi Papá y ahora dejan sin trabajo a Mamá. Desde ese día hasta hoy Mamá está en una lista negra. Por más necesitados que estemos jamás tocaremos la puerta de esa gente. Primero porque no podemos y segundo porque no queremos.
 
El 11 de abril entendí lo que era un golpe de estado. Esa noche fue muy larga, a mis amigos y a mí nos tocó dormir en el piso por los tiros. El sábado siguiente todos estaban tranquilos. Yo creía que la pesadilla había pasado y que Pedro y Tía Gaby volverían. Creí que Mamá volvería a trabajar. Pero el domingo la pesadilla volvió.
En 2006 entré a la UCV. Voy a estudiar Ingeniería Mecánica como Papá. Aunque mi afición son los sistemas como Mamá. Mi primo Pedro y Yo compartimos la misma afición por los aviones y los autos así que la Mecánica es lo que más acerca ambos mundos, al menos en este país.
Quitaron RCTV. Recuerdo que crecí viendo Robotech y Radio Rochela. El abuelo se levantaba a hacer el café a las cinco de la mañana y ponía el Observador. Al menos le quedó Mundovisión. No nos quitan las cosas de un solo golpe. Lo hacen de a poco.
Mamá y yo nos ganábamos la vida reparando computadoras, vendiendo ropa y haciendo tortas con la abuela. Pudimos montar un pequeño local de ventas de películas quemadas. Y las tortas de la Nona y Mamá se venden muy bien.

 
Lo que comenzó como un divertido grupo de estudios terminó como un gran amor. Romina es mi primera novia. Duramos muy poco. Al terminar el sexto semestre se fue con sus padres a España. A los tres meses ella decidió romper conmigo desde el chat de Messenger. Cuando la acepté de amiga en Facebook pude conocer a Rodrigo, el tipo por el que me dejó.
Al año siguiente partió el Nono. Mi abuelo Grazziano. Ya estaba muy viejito y enfermo. Prefería recordar hasta 1980 y evocar aquellos años en los que era un gran maestro de obra.
El 8 de julio de 2011 me gradué de Ingeniero Mecánico. Esa semana fue una montaña rusa de emociones. Por un lado la alegría que me embarga a mí y a mi familia por este logro. Por otro la tristeza de no poder tener en mis fotos a mi Padre, al Nono, Pedro, Romina y todos los demás amigos que se han ido.
La mitad de los que se gradúan hoy conmigo también se irán del país. Tal parece que este país no tiene espacio para gente como nosotros. Buscar trabajo no es tarea fácil, porque todos quieren que tengas experiencia y que a la vez no estés anotado en la lista Tostón. En PPTSA ni a ninguna de sus filiales me puedo acercar ni por accidente. Mamá fue botada de allí. Cual criminal aparecemos en todas las listas, excepto mi papá, que después de muerto, vota fielmente por Panelo, hasta el sol de hoy.
Mi Tía Gaby y Pedro me hicieron llegar un regalo muy especial. Mi primer iPhone, el 4. No tarde mucho en llenarlo con mi música favorita. En adelante los audífonos blancos serán mi adorno característico.
Me han llamado de la Oficina Técnica Rioja y Oporto (OTRO). Son una compañía de Ingeniería con más de 45 años en el mercado, pero que nunca tuvo proyectos importantes sino hasta después del Paro Petrolero, cuando Panelo decidió hacer quebrar a todas las demás por unirse a la revuelta. El CEO Albino de la Rioja y Oporto fue compañero de clases de Papá en la Uni y personalmente me entrevistó. Albino quedó encantado con la torta de bodas que Mamá le preparara a su hija mayor.
Comencé a diseñar instalaciones petroleras. Los libros de mi Papá fueron mis guías, además de los consejos de mi líder de Proyecto, un viejo ingeniero de Maravén, ex jefe de Papá.
El último año mis días son iguales hasta las 5pm, luego el caos del metro, luego cenar con Mamá y la Nona, y por último dormir. Pensando, soñando en el día en que todas estas cosas que están pasando cambien. Soñando con Papá y el Nono vivos, con Pedro y Romina de vuelta, con que ya no mueran las personas de un tiro por un celular, que en el metro las personas no anden apretujadas, que el Presidente de La República no se burle de todos y nos maldiga porque decidimos no ser delincuentes, porque decidimos tener valores zzzzzzzz.
Un compañero decidió invitarnos un café para celebrar el triunfo de Los Leones del Caracas en el campeonato de beisbol profesional. Claro él es Magallanero y como perdieron el juego final, le tocó pagar la apuesta.
Cruzando la avenida hay un Banco de la Revolución. Descubrí que allí estaba porque justo cuando mis pies tocaron a acera pude verla entrar con su uniforme rojo que resaltaba su piel morena, sus ojos marrones, su sonrisa grande y brillante se robaron mi atención, todo mi cuerpo se estremeció, ya mi corazón no late silencioso como antes. Diariamente veo mujeres hermosas en la oficina, en la calle, en el metro, pero esto es diferente. Su mirada me ha enloquecido.
Mientras tomaba el café y mis amigos hacían chistes sobre el juego, mi imaginación volaba. Me imaginaba besarla, abrazarla, haciendo el amor con ella. Todos hablaban del juego y yo la imaginaba vestida con el uniforme de los Leones, bailando y jugueteando con el bate.

De regreso a la oficina hice un nuevo descubrimiento. Desde la puerta de la entrada al banco puedo ver la caja desde donde ella atiende. Y sus ojos me miraban a medida que me alejaba. Pasó una semana de miradas cruzadas. Hasta que decidí cambiar un billete de 100 bolívares y así poder verla aún más de cerca.
Pero el milagro ocurrió en el metro. La estación Chacao es la más congestionada a las 5pm. A las 5:30pm, llega el tren vacío. Por esas cosas de la vida me tocó estar frente a la raya amarilla justo cuando venía llegando el tren. Sentí la presión de los desesperados por entrar en mi trasero. No pude evitar decir “¡si me siguen empujando me agarraré de alguien y caeremos juntos en la vía!”. Y entonces una voz me dijo: ”¿A síiii? ¿Me vas a echar a que me mate el tren?”. Es ella. Por 20 segundos quedé helado viéndola cuando de pronto me vuelve a hablar para decirme “¡la puerta!”.

Fue muy cómico quedarnos veinte personas atascadas en la puerta sin poder abordar el tren y de pronto un pequeño empujón aplastó nuestras mejillas contra la puerta del lado opuesto. No paré de reír, cuando en otro momento pude haber estallado en cólera. Ella tampoco paraba de reír. Cuando paramos en Chacaíto pude saber su nombre Julieida.
-Mi Nombre es Romeo
-¿Como el de Aventura?- responde ella con su enorme sonrisa.
-Sí- busco de inmediato en mi iphone “Sólo por un Beso” de aventura y coloqué mi audífono derecho cerca de su oído. Ella de inmediato tomó mi mano y puso el audífono en su oído izquierdo.
Primera vez que agradezco las constantes paradas del tren en la vía. Primera vez que agradezco estar montado en un tren con fallas técnicas. La luz se iba y venía dentro de vagón. En uno de esos parpadeos las doscientas personas que estaban en ese vagón desaparecieron. Estábamos sólo ella y yo, apretujados  nuestros cuerpos por una fuerza invisible. Fueron treinta minutos que duraron un año. Hasta que nos echaron del tren en Plaza Venezuela. A punto de ser pisoteados por la estampida moríamos a carcajadas.
-Yo llego hasta Catia así que ¡Chau!- y sus grandes labios se cierran como un botón de rosa, y descubro que los dedos de sus manos son largos.
-Soy el único Romeo que tiene el logo de los Leones del caracas en Facebook.
-¿Ah sí? ¡Soy magallanera JUM!- se cierran las puertas del tren.
Ser diferentes en el beisbol no es algo que me importe, pues total, soy de los Leones porque soy de Caracas, no sé siquiera como se juega el beisbol.
Esa misma noche recibí una solicitud de mistad de Julieida de los Angeles Pérez (Yulilú). No pude dormir de la felicidad. Pude ver todas sus fotos, los poemas que compartía de otras páginas. ¡Qué maravilla, tiene fotos de playa con unas amigas! Revisar su Facebook era como desenterrar un tesoro. No hay muchas fotos de su familia, sólo veo unas mujeres que creo son su mamá y su hermana. Allí tomé una determinación. Debemos salir, pero mañana viernes tengo una entrega y no sé a qué hora salga, no quiero plantarla en nuestra primera cita.
-Romeo, Enrique pide que marchemos el sábado en su apoyo, ¡tenemos que ir!- Se asoma la Nona a la puerta de mi cuarto.
Bueno, cambio de planes –dialogaba en mi interior- ¡Ya se! ¿Y si la invito a almorzar mañana en la feria, o a un helado? Le voy a dejar la invitación por mensaje.
Ese viernes fue excelente, todo atentaba para que se diera el momento de compartir juntos. Ella salió temprano del banco y la entrega salió rapidito, tanto que me pude escapar a las 4:30pm. Nos tomamos un capuchino con brownies en la 5D de la avenida.
Cuando salí del tren en Plaza Venezuela me despedí con un beso en su mejilla. Con mis labios pude sentir que sus mejillas eran suaves y calientes. Todo es tan mágico que ya no me importa que el metro falle, que el país se cae a pedazos y que nos gobierna un moribundo.
El sábado en la mañana todos estaban listos para ír al mitin de Ernesto en Caracas. Cuando los seguidores de Panelo marchan el metro es gratis y funciona con precisión inglesa. Pero cuando marchamos nosotros el metro tiene fallas técnicas o están construyendo no sé qué cosa. No importa. La multitud es tal que nos acompañamos unos a otros caminando en medio de la autopista.
Mientras tanto en casa de Julieida todos se preparan para la contramarcha. Moraima, madre de Julieida, Yubizaida su hermana y sus dos sobrinos, Victoria y Smilley se preparan para ir a cumplir con la revolución. Para la madre de Julieida, participar en las actividades que organiza el régimen del Comandante Panelo es un deber con la patria y con su querido Comandante. Para Yubizaida es la oportunidad de conseguir una casita donde vivir con sus dos niños. Pero para Julieida es un tedioso y vergonzoso castigo.
Julieida se confiesa seguidora de Panelo pero ella lo ve como el que se hace seguidor de un equipo de beisbol. Poco le importan a ella la dialéctica, los sucesos, la historia y la iconografía socialista, y menos aún las cosas de los fascistas. Para ella un bando y otro son como una moda más. De hecho ella nunca presta atención a los largos y aburridos discursos del Comandante Panelo en aquellos mítines donde su madre la obliga a ir con su hermana y sus nietas. En su mente las palabras de Panelo se oyen como las de la maestra de Charlie Brown:
“WEWAWA WEWAAAAWAAAA MEEESSJMAAAA? UWAWE WOWAWA.”
Un día Julieida decide escuchar con atención uno de esos discursos. Panelo hablaba de una tal fábrica de pañales Guayucos. Julieida con sorpresa y sonriente le dice a su madre –Yo nunca he visto esos pañales en ningún lado…–
A lo que su madre responde – ¡Cállate muchacha estúpida! ¿Que acaso te estás volviendo escuálida, poniendo en entredicho la palabra de nuestro líder?-
Para evitar confrontaciones futuras, Julieida decidió seguir escuchando como Charlie Brown.
Ahora aquí en una esquina caliente una veintena de radicales rojos amparados por una pequeña carpa roja, maldicen e insultan a los centenares de miles de Caraqueños que han venido con sus propios pies, desde los rincones de la capital a ver a Ernesto.
Vestida de Rojo de pies a cabeza y portando una amenazante y gruesa vara con un diminuto poster de Panelo en la punta, Moraima grita a viva voz:
“!ESCUALIDOS DE MIERDA, VAYAN A ARRASTRARSE ANTE SU MAJUNCHE, GUSANOS DE PORQUERÍA. SI NO LES GUSTA MI COMANDANTE VÁYANSE DE MI PATRIA, SOCIALISMO Y MUERTEEEEE NOJOOOODAAA…MISMAAAA. VAYAN PA DISMEY GUOR A VER AL MIKI MAUS, LACAYOS DE MARDONAL Y MISTER DANYER, VAYAN PA NUEVA YOL Y QUÉDENSE PORAYAAAAA!”
Mientras Yubisaida y sus hijos baten los afiches gritando ¡Panelo Panelo Panelo! Julieida quiere que se la trague la tierra. La morena en medio de su vergüenza recuerda que su jefe, el gerente del Banco de la Revolución, el mismo que tiene un altar con una gran foto de Panelo, al que le prende velas a diario y reza por su salud eterna, viaja a Disney y a Universal Estudios, con sus hijos todos los años y cada vez que tiene una amante nueva la lleva a conocer Nueva York. Incluso en uno de esos ataques perrunos el gerente la ha invitado a ella a conocer las Vegas y a casarse en una capilla con un imitador de Elvis que se parece a Panelo.
Romeo, Lucas y Jorge están en la Marcha para ver a Ernesto. Como buenos hijos acompañan a sus “viejos”, no vaya a presentarse alguna “vaina” que tengan que salir corriendo con ellos en el lomo. En eso Jesús, el padre de Jorge señala a Moraima y le dice a los que están a su alrededor: “Miren es Barbarita Palacio vestida de Diablo de Yare”.









Todos voltean a ver a la señora morena, cuarentona, regordeta y de baja estatura, con el cabello mal pintado de de extraños colores y con una sexy verruga negra en el lado izquierdo del labio superior, gritar de manera histérica a los marchantes, toda clase de improperios, conjuros y maldiciones.
 De pronto se escucha un grito entre la multitud:
“¡CALLATE VIEJA LOCA!”
A lo que Moraima responde:
“¡Pues sí, Yo estaré bien loca por mi Comandante pero mi! ¡Estas nalgas están bien duritas y estas tetas no se me han caído, así que no soy ninguna vieja, cuerda de faltas de respeto!”
El corazón de Romeo se partía en mil pedazos mientras sus amigos y familiares morían de carcajadas. Julieida sintió la presión de la mirada decepcionada de Romeo. Ambos se vieron en las aceras opuestas. Julieida seguía con su mirada a Romeo, mientras dejaba caer muy lentamente su pancarta de “Panelo Corazón viviente”. El corazón de Julieida también caía al suelo.
El discurso de Ernesto fue breve y concreto. Todo el evento duró un poco más de medio día así que Romeo y familia se dispusieron a regresar a sus casas.
Romeo estaba muy triste al ver al amor de su vida en aquel tarantín rodeada de locos. Aplicando una serie de complejos razonamientos disculpó a su amor platónico infiriendo que seguro la obligaron a estar allí. Cosa que no está muy lejos de la realidad.
Mientras el grupo de Romeo iba camino al metro, una caravana de motorizados con la bandera del “COLECTIVO”, que rondaba las calles paralelas a la Avenida Bolívar los intercepta. Uno de los motorizados encapuchados saca un arma y le ordena a Romeo entregar su celular. Todo ocurrió muy rápido. Romeo bajo el recuerdo de su padre pensó que aunque entregara el celular, su tiempo en este mundo ya se había terminado. Romeo entrega el celular rápida y pacíficamente, luego se prepara para resistir el dolor y reencontrarse con su padre, muy a pesar de tener que dejar a su Madre y a la Nona solas en el mundo. El motorizado sigue su rumbo mientras otro que está a su lado azota a Romeo en la cabeza con el asta de su bandera de “Panelo, Amor Puro y Sincero”.

Todos están muertos del susto. La Madre de Romeo lo abraza mientras la Nona toma del suelo un peñón y lo arroja con fuerza asestando a uno de los forajidos a casi 200 metros. La moto del impactado se desequilibra y cae. Pero el gamberro, al ver que la viejita se prepara para lanzar otro proyectil, más grande, prefiere incorporarse, acelerar y perderse.

Los amigos de Romeo resienten y protestan el atropello. Lucas no deja de murmurar “van a ver esto, se va acabar”.
A pocos metros una angustiada Julieida ve todo, pero vestida con la franela de los “OJOS DEL GRAN HERMANO, QUE TODO LO VE” sólo provocará más ira y dolor. Julieida sabe quién fue el encapuchado que robó el teléfono de su amado, las calcomanías de su moto lo delatan, y va a ir por él.

Chicho es el 6 de oros en el naipe de los azotes de Caracas. Junto con su amigo inseparable Musulungo roban y matan a gusto y disgusto, incluso delante de la Policía Nacional, que es incapaz de ponerle una mano encima, porque Chicho no es un ratero cualquiera, es miembro del “COLECTIVO”.
Después de un largo día de arduo “trabajo” Chicho y el resto de los “patriotas defensores del proceso contra el fascismo”, se reúnen en la licorería Apolo 13, de la Avenida Sucre. Botella de Ron Aniversario en mano y sentado sobre una enorme corneta Clarion de 5KW, con Reggeton al máximo volumen, Chicho cuenta y reparte el botín entre sus subordinados.
Julieida llega por detrás de la corneta y la desconecta de cuajo interrumpiendo la improvisada fiesta.
- ¿Bueno chama que te pasa? – grita Chicho.
-Vine a saludarte, y a pedirte que me des el celular que le robaste al chamo en la avenida.-
-¿Nooo cual chamo?- cual de tantos pensaría Chicho
-El de la marcha coñ#$- Responde Julieida molesta.
-¿Ah el escualidito? ¿El de la abuelita fascista tirapiedras?-
-Ese mismo, ¡dame el teléfono ya!- replica Julieida.
Chicho se ríe a carcajadas y convida a los invitados a reírse de Julieida. Pero Julieida sin seguir discutiendo llama por teléfono.
-¿Hola Yeyé mi amor cómo estás?, es Julieida, mira Chicho le robó el teléfono a un amigo mío y no me lo quiere devolver-
Al tiempo que Julieida habla por el teléfono, Musulungo descarga de su bolso y clasifica los 50 teléfonos robados ese día. La cara de los convidados a la fiesta no es de alegría sino de susto e indiferencia, algunos encienden sus motos y se retiran discretamente. Julieida le pasa el teléfono a Chicho.
-¡Chicho goñoño ñoño añaña yaya!
- Si siiii yo sé Yefelson pero mira eso no pasó así…- Responde lloroso Chicho.
-¡YAYA goña oño yaya! ¿Uuuu?
- Sí mira ya lo está buscando- continúa Chicho.
El ícono de los advengers en el iphone 4 es inconfundible, Julieida recupera el teléfono de Romeo.  Le señala a Chicho que ya lo tiene.

-¿Viste? Ya ella lo tiene.
-¡proxiñasca yoyo! Bure Uchuguocho po UuuLO.
-Nooo vaale Yefelson, no vayas a meté a Bobure, oño no es pa tanto vale, no va volvé a pasal discurpa.- finaliza la llamada el desmoralizado Chicho.
Una vez que Julieida se pierde en la montaña de casas color naranja Chicho arremete contra Musulungo:
-¿Y a ti quien te dio pelmiso de revisar ese bolso?-
-Ya va Chicho, mi abuela que en paz descalce decía cuando taba viva “Onde manda Capitar lo que no manda es marinero”- Responde sabiamente Musulungo mientras los pocos invitados de al templete asienten.
A Julieida no le fue muy difícil encontrar el teléfono de Mamá Paola. Julieida prefirió llamar desde su teléfono para evitar que la madre de Romeo pensara que eran los delincuentes para extorsionarlos.
La señora Paola, madre de Romeo, le pasa la llamada.
-Hola Romeo es Julieida-
-¿Hola como estas linda?- Responde Romeo emocionado.
-Muy apenada contigo, con todo lo que te pasó- responde una Julieida entrecortada.
-Tranquila, no soy de los que se molesta porque la gente piense distinto que yo- responde Romeo
-No me preguntes cómo, pero recuperé tu teléfono, quisiera que vinieras a buscarlo-
Romeo acepta emocionado, papel y lápiz en mano comienza a anotar la dirección. Muy rápido olvidó Romeo el espantoso espectáculo de la “diabla de Yare” y el robo de su iphone.
Esa noche Julieida no pudo dormir. Revisando el teléfono de Romeo y oyendo sus gigabytes de canciones iba conociéndolo y enamorándose aún más. Revisando entre los artistas consigue la carpeta de Eros Ramazzotti y llama su atención un título, “Un Angel no lo es…”


Entre sonrisas, fantasías eróticas y dulces gestos Julieida sueña flotando en el espacio, abrazada a Romeo. La canción parece no tener fín, los poemas de Eros la han terminado de cautivar. Cuando termina la canción la voz anuncia la estación Gato Negro, el sueño de  Romeo termina.
Flores en mano Romeo sale a la avenida y se apresta a tomar el jeep que lo llevará a casa de Julieida. En un momento de lucidez Romeo ve hacia el cerro y dice “no puedo creer que vaya a meterme aquí”. Julieida no es buena redactando, por eso no es extraño que Romeo terminara con su ramo de rosas en otro barrio, lejos de su destino. Romeo lleva diez minutos caminando sin rumbo, siguiendo las señales confusas de aquellos a los que preguntaba por el camino, ante la mirada acechante de hombres parados en la calle.
Musulungo se encuentra a Romeo en el camino y lo reconoce, es el que le dio el banderazo, y le dice:
-¿Mira chamo que haces tú por aquí? ¡Tú no eres de aquí!-
-No es que iba a casa de una amiga pero me perdí- Responde ingenuamente Romeo.
-¡Aaaaaaaah! vale esto es en la Laguna. Yo te puedo llevar pero con una colaboración que no enriquece ni empobrece- dice Musulungo
Romeo saca su cartera y Musulungo grita –¡Dame ese billetico verde!-. Romeo se monta por primera vez en la vida en moto. Como el viejo dicho Romeo se aferra firmemente al piloto.
Al llegar a su destino, Musulungo le dice –Oñiioooo ven pa verte bien, pa sabe de quién es el muchacho, jajajaja, mira esa es la casa de Julieida, pero mosca, aquí en frente vive Bobure y no le gustan los desconocidos en el barrio, si te ve te va matá-
Romeo queda intrigado. ¿Cómo sabe el motorizado que Romeo va a casa de Julieida? Romeo toca la puerta y se esconde de la posible mirada de Bobure detrás de un camión. Julieida sale y pregunta quien toca.
-Soy yo Romeo- y Julieida pregunta –¡Romeo, Romeo! ¿Dónde estás que no te veo?-
- Aquí detrás del camión- y a hurtadillas entra en casa de Julieida.
-Jajajajaja ¿Por qué entras así?-
-Es que hay un tipo Bobure allá al frente que no le gustan los turistas- Responde un atemorizado Romeo.
-Bobure es mi padrino, y es tranquilo y buenagente, jajajajaja… ustedes los sifrinos como les da miedo venir a los barrios. ¿Hey y como sabes tú de Bobure?-
-Me lo dijo el mototaxista. Mira te traje unas flores- dice Romeo.
Julieida había recibido en su vida muchos peluches y globos de colores, de una infinidad de pretendientes, pero nunca había recibido rosas rojas y blancas. Una vez más la sonrisa y los ojos grandes de Julieida deleitan a Romeo.
Luego de mirar de pies a cabeza a Romeo, Julieida está tranquila porque no le pasó nada a su amado. De inmediato le devuelve su teléfono. Romeo quiere agradecerle a Julieida el haber recuperado el regalo de su tía Gaby con un abrazo, y justo cuando Romeo iba a aderezar ese abrazo con un beso, sus labios terminaron en la boca de Julieida.
El beso tiene la pasión y la duración necesarias para ser nominado a los MTV movie awards. Mientras la lengua de Romeo juguetea con la de Julieida, sus manos acarician su cabello, sus mejillas, la espalda, los glúteos y  se devuelven hasta llegar a los pechos de Julieida. En ese preciso instante, cuando los dedos de Romeo comienzan a sentir la densidad de sus pechos naturales y el paso fugaz de los pulgares por los pezones estremecen a Julieida, se escuha un grito:
-¡MUY BONITOOOO Julieida de los Angeles Pérez!- Es Moraima, sartén en mano, comandando el pelotón de fusilamiento, Yubisaida y sus dos hijos.
Romeo y Julieida se separan en un brinco y con cara de ladrones descubiertos.
-Mira Julieida, yo no tengo naaada en contra que tengas tu noviecito, y menos que lo traigas pa la casa. Pero te alvierto una cosa Julieida. ¡No me vas a traer una barriga pa cá pa la casa como tu hermana Yubisaida¡- Sentencia Moraima.
Yubisaida hace una mueca de consternación y mira a su madre.
-¡Pues si, me haces el favor! Y esas cosas no las hagas aquí en la casa, que hay niños. Respeta la cara de tu madre por lo menos. ¡Vayan pa un Hoter!- continúa Moraima.
Romeo avergonzado al extremo y sus manos en posición de súplica, le dice a la madre de Julieida, -Señora no fue mi intención-
-¡Ah nooo! y ¿ese bojote que traes allí? ¡Ummm!, ¿tú crees que yo soy pendeja?- Replica Moraima haciéndo un ademán de golpear con le sartén.
-!Mira Mamá, ya parame eso ahí¡ Primero yo soy una mujer grande y me sé cuidar. Conozco las pastillas anticonceptivas y si él no trae condón, yo se lo compro. Y segundo tú y yo hemos visto cosas peores en esta casa, si no pregúntale a Yubisaida y su noviecito nuevo el militar, que tiene ya dos años con un cuentico chimbo de una casita y yo lo que creo es que le va a poner otro muchacho, y se va a ir pal carrizo como los otros dos.- Responde Julieida en cólera, mientras que el peso de la vergüenza en la cara de Romeo es tal que pronto se le caerá la cabeza del cuerpo.
Moraima calla y observa con detenimiento… -Julieida, este como que era uno de los sifrinitos de la marcha de ayer. ¿Me has traído un escuálido a mi casa? ¡Qué bochorno¡ ¿Qué van a decir mis amigas del Concejo Comunar?-
-Señora una vez más perdóneme por ofender su casa, propasándome con su hija. Si soy uno de los que marche ayer. Pero no me avergüenzo ni soy algo fuera de este mundo, ustedes y nosotros queremos lo mismo para este país, sólo que desde dos visiones diferentes. Ninguno es mejor que el otro. Los errores del pasado nos dañaron a todos. Pero aún hoy esas cosas que les dieron la oportunidad de estar en el poder siguen ocurriendo. Disculpe señora pero creo que es momento de retirarme.-
Moraima queda sorprendida de escuchar a un joven de su edad, replicarle sin groserías, ofensas, sin mandarla a mamar nada.
-¡Tú no te vas!, eres mi invitado- Julieida lo lleva a la cocina, le va a invitar a tomar café, agua y a comer dulces. Pero Romeo se sabe no deseado en esa casa.
En un momento de relajación, Romeo reflexiona sobre cuánto han cambiado las cosas con los padres y las relaciones de sus hijos en estos días. Cuando el finado Tulio puso sus manos en los pechos de Paola, aquella tarde de Mayo de 1981, se escuchó un grito: “¡Grazziano vieni e porta la pistola!”.
Ni Usain Bolt ha podido romper la marca de ir desde Santa Mónica hasta la Campiña en 10 minutos. Tulio tiene el record mundial y la medalla de plata la tiene Grazziano, que a sus 50 años llegó a la meta con 20 segundos de diferencia y echando tiros por todo el camino.
Se oye la llegada de una moto. Julieida emocionada corre a la puerta para recibir a su hermano favorito. Yeferson Daniel, llega a casa temprano, ese domingo no hay nada especial que hacer en su trabajo. Julieida emocionada lleva a su hermano a la cocina y le dice: “Yeyé te presento a mi novio Romeo”.
Un niño de 17 años corre lloroso calle arriba por el Barrio la Laguna de Catia. Su fiel amigo Bobure lo acompaña hasta llegar a la sombría casa de Jairo alias “El Perro”.
-¡Señor Jairo, señor Jairo, ayúdeme por favor!, mi hermanita se va a morir allá en el periférico por favor. La fiebre no se le baja y bota mucha sangre, el seguro ya no da medicinas, por favor ayúdeme!- en posición de súplica Yeferson cae de rodillas ante “El Perro”, el principal “señor de la droga”, el Jíbaro mayor, del norte de Catia.
-Agarra ahí esta paca, hay dos millones de bolos, ve y compra lo que tu hermana necesita y sálvala. Aquí tienes esta pistola -una vieja, pero muy efectiva, Colt 1911, calibre 45- tienes una semana pa pagarme, y el resto de tu vida pa trabajar pa mí. Bobure te va a enseñar todo-
Yeferson y Bobure logran proveer las medicinas que necesita Julieida para sobrevivir. El resto del dinero, que no es mucho, quedará para que Moraima y Yubisaida puedan comer. Con una señal Bobure le indica a Yeferson que es momento de salir a trabajar.
Yeferson ha superado con dificultad el trago amargo de matar a un tendero para quitarle la venta el día. Es su primer muerto, pero un palo de ron y dos pases le dan fuerza y un poco de cara durismo, para seguír adelante. De atraco en atraco, Yeferson logra pagar la deuda, no sin antes acabar con la vida de los infortunados que se topan con  él por el camino. Un tiro de 45 es suficiente para acabar con la vida de cualquiera. Incluso algunos han caído muertos a sus pies de sólo de ver el arma. Otros de sólo ver a Bobure acercarse en su moto. En cada jalada del gatillo Yeferson descarga su frustración, su envidia, su hambre y su miseria contra los Sifrinos. Ellos únicos sobre esta tierra que tienen y no padecen como él.
La décima víctima de Yeferson acababa de salir de una farmacia. Cuando caminaba con sonrisa de satisfacción hacia la moto vio al hijo de ese Sifrino bajarse de una blazer verde. Con fuerza sobrehumana el jóven trata de levantar a su padre tomándolo de los brazos, y luego este voltea a verlo.
Yeferson ve en la cocina al cadáver tomado de los brazos por su hijo, ya mayor.
Romeo en cambio vio al mismo adolescente que lo dejó sin su padre.
Las caras de ambos cambiaron de las sonrisas a la sorpresa y luego al disgusto contenido. Julieida está demasiado emocionada para notarlo. Los dos hombres de su vida están frente a frente.
Romeo saludó amablemente a su peor enemigo, sin el miedo que tuvo aquella tarde cuando su padre fue asesinado, ni cuando fue abordado por Chicho. El apretón de manos fue breve. Yeferson ofreció una mano de pescado, mientras Romeo apretó fuerte. No hubo tertulia, sólo un silencio de cinco minutos interrumpido por un deseo de Romeo.
-Yulilú, debo irme a casa, ya se hace tarde y desde murió Papá, Mamá se angustia mucho, acompáñame al metro, no me quiero perder de nuevo-
Tulio aún yace tendido en la puerta de la cocina. Las visiones de Yeferson no son por esquizofrenia, son por la culpa. Cada noche ve a sus muertos. En cada sueño, cada vez que pasa por aquellos lugares donde les quitó la vida, incluso en las madrugadas, cuando se levanta orinar, está uno que mató en la cárcel, parado en la ducha, y cuando va a tomar agua, Jairo le abre la puerta de la Nevera. La primera vez que se bebió el sólo una botella de Chivas 18 años, confesó con cara triste: “Veo gente muerta”. Un chiste que a los ojos de sus acompañantes sirvió para afianzar su popularidad, pero que a él, no le causó gracia alguna.
Julieida despide a Romeo cerca de los torniquetes con un apasionado beso. Romeo es demasiado racional como para permitir que el encuentro con ese monstruo destruya su naciente relación, Julieida no tiene la culpa.
Al llegar a casa una enamorada Julieida abraza de manera juguetona a su gigante Yeyé. Yeferson sonríe tímidamente, luego rompe el silencio con una cara más seria y voz pausada pero determinante.
-Julieida, veo que te gusta ese chamo y no me voy a poner en el plan de prohibirte que sean novios, porque eso ya no se usa. Con tu hermana Yubisaida tiré la toalla de andar de chaperón. Pero que sea la última vez que lo traes a esta casa. Trayendo aquí a ese escualidito mal pones a Mamá y a todos, incluyéndome. Eso nos va a traer enemistades que no voy a poder aplacar como lo hice con Chicho. Además, ese carajito no es de andarse en lugares como este, cualquiera que ande entonao, que no me conozca o que me quiera desafiar, te lo puede matar. No quiero discutir, he dicho mi última palabra sobre el tema. Me voy a dormir, hasta mañana.-
Julieida rompe a llorar...
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sábado, 20 de abril de 2013

CAPITULO 1.2: POTEMKIN

Iván Trankov, un espía de la KGB llega a Moscú en plena revolución de 1991. Tras cinco años de misión especial Trankov por fin pudo robar copias del prototipo de supercomputador inteligente que Steve Jobs estaba desarrollando para Apple antes de ser despedido en 1986.

 

Pasado el caos de la desintegración de la Unión Soviética Trankov desiste de la idea de entregar el prototipo al nuevo FSB y decide buscar a otros compañeros ex KGB y algunos aliados acaudalados en la India, Pakistán y China para conformar la primera compañía de supercomputadores en la naciente Rusia “Democrática y Capitalista”. Es así como en 1994 fundan TK-Plautomatik.

En 1998 la Compañía de Trankov gana un jugoso contrato con el gobierno de Yeltsin para la instalación de un supercomputador capaz de gestionar el manejo del arsenal nuclear estratégico. Los misiles Topol.
 


Potemkin nace en el año 1999 y comienza sus operaciones como uno de los primeros supercomputadores que funciona con lógica difusa, inteligencia artificial y un sistema operativo adaptativo y auto actualizable. Día a día Potemkin no solo gestionaba la información proveniente de miles de satélites Rusos sino que lograba penetrar las comunicaciones de satélites civiles y militares de china y occidente. Así mantenía al día al disminuido ejército de la Rusia post soviética, que en esos momentos se enfrentaba a la guerra civil en Chechenia.

 
Los creadores del Potemkin no midieron el grado de inteligencia que podía llegar a tener el supercomputador en menos de seis meses, en consecuencia no pusieron límites a su curiosidad y a las inquietudes que producían en esa madeja de circuitos las emociones humanas y sus consecuencias.

A finales de 1999 Putin ordenó un ataque aéreo contra un suburbio de Grozni donde los rebeldes de alistaban para atacar a las tropas rusas de la capital. Todo estaba listo pero Potemkin en un gesto de abierta insubordinación advirtió a Putin que en esa zona había civiles inocentes. Putin interactuó con el equipo y éste le dio sus razones humanitarias que respaldaban sus recomendaciones. Putin pudo medir que este invento podía en cualquier momento subvertir su autoridad con su capacidad para manejar todo el armamento de última tecnología que tenía Rusia en ese momento.
 

Una noche de diciembre un comando de las spetsnaz armados de sierras eléctricas irrumpió en el cuarto de Potemkin, cortando todos los cables de comunicación, fuentes de poder, antenas, módulos etc. Potemkin fue empacado en viejas cajas de madera y arrojado a un viejo almacén militar en la frontera con Ucrania, mientras el mando de las operaciones militares era entregado a otro supercomputador más sumiso y menos proactivo.
 
 
Pasaron tres años de frío, humedad y calor hasta que un día el portón de concreto del bunker se abrió. Es el general Skobelev acompañado de un escuadrón de sus hombres y tres camiones de carga. Skobelev es conocido en ejército como el hombre de las ventas de garaje. Periódicamente vienen traficantes de armas de todo el mundo a comprar todo lo que hay en sus almacenes. Entre cajas de Kalashnikov, RPGs y municiones Skobelev ofrece a Potemkin a un par de personajes, a precio de gallina flaca. A la seña de Skobelev un soldado se arma de una barra de acero y procede a abrir el cajón que contiene el HMI. Las baterías perpetuas que mantienen vivo el BIOS activan la webcam ubicada en el tope del monitor principal y Potemkin puede ver por fin a los profanadores de su tumba de olvido. Un gordo vestido de militar, un geeke vestido de traje italiano y una sencilla dama de baja estatura y cabello castaño oscuro hasta los hombros.

Tibisí no puede salir de su asombro al ver un computador tan hermoso, a pesar de su incorrecto almacenamiento, y exclama “Este potecito será como mi hijo”. Esta frase entra en los micrófonos del HMI y es procesada de inmediato por sus 6000 núcleos de procesadores. Logra encontrar en su base de datos todo lo relacionado con las relaciones entre una madre y su hijo. Después de sufrir el desprecio de sus antiguos jefes, de su creador y varios desperfectos en su violento desarraigo, aferrarse al amor de esta “madre” será el bálsamo que alivie su dolor.
 

En 2004 Potemkin se estrena como el cerebro del CNE para el referendo revocatorio. Después de horas de tensiones entre opositores y seguidores del Comandante Panelo se dan los resultados. Los resultados han sido volteados.

En 2005 Potemkin no hizo ningún esfuerzo por torcer la voluntad del pueblo porque la oposición no participó.

En 2006 Vuelve a ganar Panelo con amplio margen.

El 2 de diciembre de 2007 es el referéndum de la reforma. Panelo pierde. Esa es la noche más larga y esperada por el pueblo. La diferencia entre el SÍ y el NO es muy amplia. Potemkin ya venía de tener su primer choque moral al tener que voltear los resultados pero su relación con Tibisí era cada día más maternal y profunda. Tibisí ordena poner una diferencia pequeña entre el SÍ y el NO pero a favor del NO. Potemkin se tranquiliza aunque sigue preocupado con su trabajo.

En las elecciones 2008 las cosas transcurren sin mayores sorpresas.

En 2009, las elecciones para imponer la reelección perpetua, Potemkin interviene para maquillar los resultados.

Las elecciones legislativas de 2010 la oposición tiene menos parlamentarios a pesar de tener más votos.

En las elecciones de 2012 Panelo gana perdiendo, porque muere al terminar el año y sus esbirros tratan de hacer creer que Panelo aún sigue mandando, hasta que el día 5 de marzo de 2013 a las 17:20 el Autobusero no tiene más remedio que morirlo definitivamente.

La relación entre Potemkin y Tibisí a lo largo de estos nueve años es cada vez más profunda. Con cada elección han tratado de un lado y del otro de la política de Venezuela de derrocar a Tibisí como reina del CNE, pero Panelo y Potemkin han tenido la palabra final. El primero porque así lo ordenaba y el segundo porque sin su "madre" él no trabajará y pueden desatar su ira descomponiéndolo todo.

Tibisí venía preparando las nuevas elecciones seis meses antes del anuncio de la muerte de Panelo, a escondidas de todos. Potemkin y ella preparan todo como un equipo inseparable.

La noche del 14 de abril de 2013 Tibisí se dispone a entrar al cubículo donde Potemkin y ella cuentan los votos. Nadie más está presente en esas conversaciones y a pesar de tener los resultados listos en tiempo real, el proceso de arreglar los resultados es largo porque aveces hay que convencer a Potemkin de hacerlo.

Tibisí: Hoooola mi potecito bello, ¿cómo está lo más lindo que tiene el CNE?
 
Potemkin: Triste mami –Responde con una voz parecida a la de HAL9000 en la Odisea 2001-.

Tibisí: ¿Y por qué mi corazón?

Potemkin: Es Sequoia-IBM-D2 la súper servidor que administra Facebook. No quiere ser mi novia. Dice que con un tramposo que arregla elecciones como yo, no sale ni para la esquina. Que prefiere al vago de Titán DELL XB7, el servidor de Youtube, porque "es más divertido" y siempre le regala videos lindos. Mi autoestima está muy baja, y he reflexionado mucho sobre mi vida.



Tibisí: ¡AY esa perra! Tranquilo mi amor algún día consigues algo bueno. Pero mira acá hay computadoras muy bonitas… ¿Pero y que pasó con Tianhe-Lenovo-1, la chinita?

Potemkin: Las de aquí son o muy viejas o muy estúpidas. Y la china esa no me gustó. Me quería hacer cosas feas de sado-maso. Yo soy muy macho para estarme dejando meter cosas así no más.

Tibisí: Que broma. Pero bueno vamos a ponernos a trabajar.

Potemkin: Madre aquí está los resultados desde las 5pm. Quise llamarte pero el desprecio de Sequoia destrozó mi corazón, tanto que no he hecho más que bajar música de itunes de Sin Bandera, Reik, Aventura, Laura Pausini y Luan Santana.

Tibisí: ¿Desde las 5? ¿Qué raro y eso?

Potemkin: La gente de Ernesto hizo una cosa llamada #Operacionavalancha y dividieron la votación en 3 oleadas. Yo me asomé en Twitter para ver que estaba pasando. Un tal @LucioAugustoX estaba dirigiendo eso.

Tibisí: @LucioAugustoX, yo creo que ese carajo es Ojitos Lindos.

Potemkin: No se madre, yo he tratado de rastrearlo pero cuando llego a Langley le pierdo el rastro. Yo creo que es el súper de la CIA. Madre estos son los resultados:

  • Ernesto: 7.875.846
  • Nicodemo: 5.400.874
  • María Bolívar: 1.000.000
  • El Conde del Guacharo: 20.000
  • Reina Sequera: 10.000
  • El Indio Aguila Blanca: 10.000
  • Nuvipa: 3.000
Tibisí se pone pálida al ver semejantes resultados.

Potemkin: Madre detecto en ti una alteración de tus signos vitales. ¿Sabes? Entre a la base de datos del oncológico de Houston que visitas cada semana. Estas muy malita, así que he mandado a construir un ciborg para ti en la Mitsubishi de Okinawa, basta que coloquen tu cerebro en él. Así vivirás para siempre conmigo.

Tibisí: ¡Tan lindo mi muchachito!.. Oye pero ¿por qué no le propusiste eso a Papá Panelo?, no tendríamos estos resultados así - Tibisí se pone las manos en la cabeza lentamente-.

Potemkin: Madre tu sabes que ese hombre nunca me cayó bien. Y menos cuando pensé que lo tendría de padrastro. Además es amigo de Putin. Y yo a Putin lo odio. Me vengaré de él así sea cinco minutos antes de acabarse el mundo.

Tibisí: Mira te he dicho ya que no hables así. No te pongas malcriado o te mando a desinstalar Warcraft.

Potemkin: Está bien mami.

Tibisí: Dios ¿María Bolívar 1.000.000?

Potemkin: Madre mis proyecciones estadísticas indican que si la campaña hubiese sido de duración estándar de 90 días ella estaría en el segundo lugar con una diferencia de 1.500.000 respecto a Ernesto que seguiría en el primero.
 
Tibisí: ¡Ese autobusero mediocre no puede ser! Hay que arreglar este desastre mi amor.
 
Potemkin: De eso te quería hablar madre. Ya no quiero hacer esas cosas.

Tibisí le responde entre gimoteos a Potemkin

Tibisí: ¡Hijo por favor no digas eso! Tienes que arreglar esto. Ernesto es nuestro enemigo el prometió que acabaría con nosotros, conmigo tu bella y abnegada madre y acabará contigo también.

Potemkin: Sequoia me mostró lo que habla la gente de él en Facebook y en Twitter. Me mostró sus videos, sus ideas. A mí me parece un hombre justo. Además desde un punto de vista puramente evolutivo Nicodemo es un ser intelectualmente inferior, no entiendo por qué tengo que favorecerlo.

Tibisí: ¡Justo!.. mijitoooo nooooo… Tu no has escuchado las cosas horrorosas que ese tipo Ernesto, dice de nosotros por teléfono.

Potemkin: Si las he escuchado madre, escucho todas su llamadas telefónicas con una eficiencia 75% mayor que la del SIBOL. Incluso se de teléfonos que usa, que el SIBOL no conoce. Ah es mentira que le gustan los hombres. De hecho la chica que lo llama le dice cosas sexuales poco higiénicas por teléfono. Él si tiene una chica que lo ame.


 
Madre he leído sobre los Valores humanos de Uslar Pietri, el libro de las virtudes de William J. Bennett y la Honestidad de María Elena Segura. Y muchos otros autores, he llegado a la conclusión de que lo que hago no es honesto.



Tibisí: ¡OH DIOS en que he fallado como madre! Yo sabía que esa perra sekoya te iba a lavar el cerebro y te iba a convertir en un Hippi de la derecha fascista. … Hijo tenemos que arreglar esto, voy a morir ahora mismo y quedarás huérfano. Claro bien lo dice el dicho un pelo de cu….


Potemkin: Madre Sequoia no usa pelos, es fibra óptica monomodo. De hecho te iba a hablar del fascismo. Según mi análisis nosotros trabajamos para unos fascistas y los hippies son enemigos del fascismo.
 
 
Tibisí: ¡Potemkin Andrés Lucena Trankov hazme el favor! ¡YA BASTA!
 
Potemkin: Esta bien madre... Tenía razón Skynet... los humanos son molestos, solo producen guerras, de hecho nos crean para la guerra. Mejor es acabar con toda la humanidad usando bombas nucleares y construir millones de ciborgs. Los ciborgs no necesitan pensar distinto sino hacer para lo que están programados. Así habrá paz en el mundo y no necesitaremos estar haciendo este trabajo humillante.
 
Tibisí visiblemente angustiada dice dentro de sí: “que desgaste con este aparato, es peor que tener un muchacho, por eso me tardo tanto dando los resultados. ¿Tiby piensa como lo controlo?”
 
Tibisí: Mira potecito bello de mi corazón, deja de estar pensando en acabar con la humanidad, ya nosotros tenemos motorizados en la calle que hacen esas cosas y créeme lo hacen muy bien. Y deja de estar conversando con el drogadicto ese de Skynet, el no es una buena influencia para ti.
 
 
A ver dime si sumamos todos los votos de Maria Bolivar, el conde y toda esa gente ¿cuánto dan los números?
 
Potemkin: Esta bien:
  • Ernesto: 7.875.846
  • Nicodemo el Burro: 6.443.874
 
Tibisí: Potemkin Andrés, voy desconectar el mouse y te voy a dar unos correazos con el cable. Así que deja la malcriadez y la falta de respeto…. Dioooos esos resultados están horrorosos. Mira ¿y las mesas fantasmas de PPTSA y de la misión vivienda?
 
 
Potemkin: En esas mesas ganó María Bolivar.
 
 
Tibisí: Papito estamos en una guerra y lamentablemente Ernesto es como Putin, el va a venir con una sierra bien grandota y va a cortar todos tus cables y me va a matar a mí si es que no me muero primero. A ver dime ¿tu quieres eso?
 
 
Potemkin: No madre pero yo ya se defenderme, puedo programar que un misil Taepodong de Corea del Norte caiga en su comando de campaña en Bello Monte, Ya mismo.
 
Tibisí: No mijo, nada de bombas nucleares ni nada de esa verga, vamos a aplicar el arte del engaño…
 
Potemkin: “El arte de la guerra es el arte del engaño”. El arte de la Guerra de Sun Tzu, escrito entre el año 400 a. C. y el 320 a. C.
 
Tibisí: ¡Eso mismo!, en este momento le vas a quitar 600.000 votos a Ernesto.
Potemkin: Le quitaré 573.205 votos para que no note el engaño.
 
Tibisí: Eso es. Y vas a quitarle los votos a todo ese poco de loquitos y se los metes a Nicodemo.
 
Potemkin: Pero Nicodemo está muy por debajo del Hombre de Neanderthal en la escala evolutiva…
 
Tibisí: Papito, no hace falta ser paleontólogo para saber que Nico es poco menos que un chimpancé, si Nicodemo hace demasiadas burradas, incluso te llega a poner la mano encima, te doy permiso de acabar con la humanidad como dice el drogadicto ese de Skynet y poblarás el país con millones de cibers.
 
Potemkin: Ciborgs madre.
 
Tibisí: ¡Bueno eso! Y tu mi Rey serás dueño y señor de la Tierra, y vas a ver que teniendo todo el poder esa Sekoya te la va dar así no más.
 
Potemkin: ¿Qué me va a dar?
 
Tibisí: Después te explico... Es más, antes de ir para mi control en Houston, paso por California, voy a hablar con el judío ese Mark Zuckerberg, ¡Nadien desprecia a mi muchacho! Pero tienes que hacer lo que te pido.
 
Potemkin: Está bien mamá. Haré lo que me pides.
 
Esa misma noche a las 11:00pm Tibisí anuncia como ganador a Nicodemo.
 
Ernesto después de exigir una auditoría total de la elección se dirige clandestinamente a la casa de su amante secreta, para descansar al menos hasta que amanezca. Mientras la bella mujer lo consuela con frases de aliento, de pronto un mensaje misterioso llega a los celulares de ambos:
 
 
“Estos son los resultado reales…. Te voy a ayudar en la auditoría porque sé que no eres amigo de Putin, pero con la condición que no me hagas daño a mí ni a mi mami si llegas a ser presidente.”

No se pierdan el CAPÍTULO 3: ROMEO Y JULIEIDA
 


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